Cuando la satisfacción personal está por encima de la económica.

Esta noche el Ayuntamiento de Huelva reconoce la labor de los empresarios del coso de la Merced entregándoles la medalla de la ciudad. Este hecho tiene pocos precedentes en el ámbito taurino.

Siempre se ha escuchado, en las plazas y ahora en la corrala virtual llamada Twitter, a los aficionados echar pestes de los empresarios que regentan las plazas de toros. A veces con razón y otras más sin ellas. Solo porque no han podido conseguir el cartel preferido del consumidor, porque a la corrida le falta fuerza, porque hay gente, porque no la hay y un sin fin de escusas y razones que es de sobra conocido por los que alguna vez han asistido a un festejo. 

Carlos Pereda, Pedro Rodríguez y Óscar Polo
 (Foto: cope.es)

Este año en Huelva se respiraba un ambiente diferente. Los alrededores de la plaza estaban abarrotados fuera por la mañana o justo antes del festejo. Huelva estaba en boca de todos, salía en todos los informativos nacionales y esta vez no era a causa de una desgracia. Los hoteles llenos, las playas hasta la bandera y los restaurantes mostrando a todos los visitantes la gastronomía y el buen genero que tiene esta provincia. 

El motivo de tanto consumo y de tanta riqueza repartida en la ciudad y sus alrededores no era otro que una feria taurina. Sí ese acto sociocultural, que esta tan mal vista en algunas partes de España, era motivo de peregrinación de gentes desde los más diversos lugares del planeta, desde Huelva a Noruega, pasando por México y toda la américa taurina. 

La clave de todo no ha sido otro que el trabajo y el buen hacer, el pensar en los demás. Pensar que una feria  tan rematada como fueron las Colombinas de 2012 solo podría traer beneficios para la ciudad. Se ha visto y comprobado en otras plazas se montan ferias conservadoras pensando más en no perder dos duros que en la posibilidad de ganar 20 para ti y 20 para el que está al lado. 

A Óscar Polo y a Carlos Pereda se les reconoce hoy su afán de superación, su entrega a la ciudad y por su puesto su valentía para programar una feria cara capaz de conseguir beneficios para todos, para ellos, para la ciudad y para la provincia. Estoy seguro que la satisfacción personal que les ha reportado la feria esta por encima de la económica.

Con este reconocimiento se demuestra una vez más que la Fiesta de los Toros sigue estando viva en todos los estratos de la sociedad española.

Mi más sincera enhorabuena a los empresarios por este merecido homenaje.

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