¡Por fin! Acabo de defender el Proyecto Fin de Carrera y con ello cerrar un capítulo importantísimo de mi vida. Y no tengo más que dar las gracias a todos cuantos han sido participes de ello.
De la memoria del Proyecto Aplicación informática para el cálculo analítico de Silos:
Llegó el momento de finalizar una etapa. Se
dice que los años de universidad son los mejores de la vida, y puede que así
sea, porque buenos no es que hayan sido, sino buenísimos. Sin embargo, pese a
que tendemos a creer que cualquier pasado fue mejor sé que lo mejor está aún por
llegar.
Gracias a mi paso por esta Escuela, se ha
forjado el hombre que soy. Desde que entré una mañana de Septiembre por estos
pasillos, imberbe aún y con más miedo que voluntad. El cálculo de estructuras, el
diseño mecánico o a la resolución de problemas de transportes han hecho que
crezca como persona. He aprendido que el esfuerzo es el único camino, he
compartido alegrías y frustraciones, he aprendido a sobreponerme en la
adversidad, a buscar apoyo en los compañeros y mostrarme cuando me han
necesitado. En resumen estos años han marcado enormemente al hombre que soy y
que podré ser en el mañana. Esta experiencia ha sido el último paso de una
educación, que desde el principio, pretendía hacer de mí un buen cristiano y un honrado
ciudadano.
Todo ha sido posible gracias a la compañía
de la que he disfrutado en este camino que hoy cierra su última etapa. Han sido muchas
las personas con las que he compartido este tiempo. No sería el mismo sin
haber recalado en el Colegio Mayor San Juan Bosco, ahí encontré a mis
compañeros y ahora verdaderos amigos con los que vivir las alegrías y las
penas. Gracias Don Enrique, por hacerme ver en
esos años la importancia de mantenerme fiel al espíritu de Don Bosco, ser
responsables estando siempre alegres. Gracias Señor, por cruzarme en mi camino a
tanta gente buena en estos años. Gracias profesores por hacerme siempre
esforzarme un poco más, aunque no supiera verlo, ahora sé que me habéis hecho
mejor. Gracias hermanos por vuestra complicidad. Gracias compañeros de Azcatec, por tanto, por hacer de mi un profesional
del mañana.
Sobre todo gracias a vosotros, por darme
la vida. Por enseñarme a andar por ella con dignidad y respeto, gracias por las
llamadas de atención y por los empujones adelante, siempre adelante. Por
educarme, por intentar siempre que saque lo mejor de mí. Gracias por no decir
siempre lo fácil o lo que halaga al oído, gracias por vuestro ejemplo. Mis
hermanos y yo no somos más que el producto de vuestro amor diario, el fruto de
haber compartido vuestras vidas.
Llegó el momento de cerrar una ventana para
poder así abrir una puerta, con retos maravillosos por afrontar.
Joaquín
Mañes Izquierdo
La Palma del Condado, Abril 2015