lunes, 23 de diciembre de 2013

Mensaje de Navidad


Estos durísimos tiempos que corren, han venido cargados de miseria, dificultad y pobreza. Sin embargo, la cordura se está haciendo presente a la fuerza en todos nuestros hogares.


 Al principio de esta época de crisis quisieron hacernos ver que lo que estaba por venir, no era la realidad, era una situación circunstancial, una vida falsa dentro de la verdadera, algo así como Matrix. Analizando el antes y el después, a toro pasado claro, no había que ser ningún gurú de la economía para saber que las vacas gordas acabarían convirtiéndose en flacas más pronto que tarde. Y no había que observar ningún indicador económico, ni la prima de riesgo, ni los índices bursátiles simplemente había que observar los comportamientos anómalos que se producían en la sociedad.

Lo que siempre fue seña de mal gusto, hablar de dinero, se había convertido en Trending topic social, si antes las vecinas contaban contentas pero en voz bajita que se habían comprado por fin una lavadora, ahora se publicaba a voz en grito y cantando las maravillas de tan poderosa máquina. Así como los coches, teléfonos móviles y cruceros por el caribe que todo españolito de a pie quería pegarse. Se nos olvidaron los valores intrínsecos que siempre han tenido este pueblo, la humildad, la sencillez, el trabajo y que la mayoría de los españoles que embarcaban en grandes viajes era para no volver.

La cordura ha vuelto a golpe de hambre y frustración. Y espero que haya sido para quedarse. Debemos reencontrarnos con esa sociedad que supo reponerse de los errores del pasado, despojarse de los fantasmas y mirar al futuro con esperanza. Esa esperanza que se nos presenta en un pesebre, humilde, sin abalorios, con un pañal de tela que nos dice que no hemos venido a este mundo para poseer, sino para compartir y dar amor a los demás.

Ahora volvemos a ser conscientes de lo que cuesta conseguir unos euros, volvemos a ser conscientes que de una olla puede comer mucha gente, hay viejos modos de vida que vuelven a estar vigentes y ya a nadie se le ocurre hablar de dinero, porque vuelve a ser cosa de mal gusto.

Que la Navidad sea autentica y veamos en el Nacimiento un signo de Esperanza y un motivo en el que creer que la humildad, el amor y la generosidad es el camino a una vida y una sociedad mejor.

Feliz Navidad a todos!